
Mi primer equipo se llamo He-man. Eramos malísimos a cada rato nos goleaban. Eramos de esos equipos que siempre estaban abajo en la tabla. Yo portaba el número 9 en la espalda pero anoté muy pocos goles, apenas estaba en proceso de adaptación. Lo más alto que llegamos fue un cuarto lugar. El entrenador me caía mal. Era un gritón neurótico que nunca nos motivaba y siempre nos regañaba y reprimía, seguramente estaba frustrado porque nunca llegó a jugador profesional.
En esos años, una vez al año cuando terminaba el ciclo escolar, se realizaba una ceremonia en el Estadio Azteca en la cual, a los equipos campeones de los distintos torneos y categorías les daban su medalla. Esa ceremonia además era televisada. Ese primer año me tocó entrar a la cancha del Azteca pero solo para darle una vuelta, sin pisar su pasto, únicamente los equipos que recibirían medalla los formaban dentro de la cancha. Los demás esquipos mediocres, como el mío, solo desfilaban. Esta fue la playera que usé en el He-man.

En la temporada 1991-1992 mi equipo fue el Titanes, ahí fue todo distinto. El entrenador era muy buena onda, simpático y divertido. Mi camiseta tenía el número 10 en la espalda y anoté más goles que el año anterior. Los primeros torneos nos fue muy mal, también perdíamos por goleadas pero nunca nos desanimamos. Al transcurir el año, fuimos mejorando hasta ser de los equipos fuertes. Fuimos campeones del Torneo de Copa en una final muy reñida. En es partido me dieron una patada en la rodilla que al recordarla me duele todavía. Al final campeonamos en serie de penaltis. Mi playera fue ésta:

Al terminar el año escolar se realizó la tradicional ceremonia en el Azteca. Y diferencia del año anterior, me formaron dentro de la cancha para recibir mi medalla. Fue algo indescriptible para mi el pisar ese pasto además de recibir mi medalla de campeón en el mismo Estadio Azteca y salir en televisión. Esta es mi medalla:
