EL CLÁSICO DE SIEMPRE

Una vez más presenciamos el gran clásico nacional del futbol mexicano, sin duda es el partido con más convocatoria en México pero también es el clásico más prostituido dentro de la liga mexicana gracias a Televisa quien se encarga de darle prioridad a la publicidad dentro de su transmisión. Jugadas de gol quedan en segundo plano cínicamente para anunciar una compañía de seguros o algún producto del patrocinador principal de ambos equipos. Lejos quedaron aquellos clásicos donde lo más importante era la camiseta y no el nuevo reality de Televisa. Si continúa esta tendencia, dentro de unos años, el clásico de clásicos será un partido más dentro del torneo mexicano.

El clásico de hoy pareció que sería un poco diferente a los últimos con el gol anotado por Mosquera a los 3 minutos sin embargo, el estilo aburrido y gris que Raúl Arias le ha impregnado al Guadalajara logró que durante el primer tiempo, las Chivas jugaran como si no estuvieran abajo en el marcador. El América pareció conformarse con la mínima ventaja después de varias claras oportunidades, en las cuales el portero Luis Ernesto Michel salvó su portería, sin duda fue el héroe para el conjunto tapatío y sin mencionar el clarísimo penalti a favor del América que no fue marcado por el árbitro Morales al minuto 34.

Para el segundo tiempo, la mediocridad del Guadalajara y el conformismo del América subió de intensidad ya que fue una parte complementaria para el olvido, los pelotazos e imprecisiones en la media cancha fueron tantas como los bostezos de los espectadores a pesar de que las Chivas adelantaron sus filas y presionaron un poquito más a la defensiva Águila sin lograr absolutamente nada gracias a un par de intervenciones de Guillermo Ochoa que es una garantía bajo los tres postes.

Con los 3 puntos en la bolsa, el América se enfila por fin después de cuatro torneos a la Liguilla por el titulo y el Guadalajara se rezaga en su grupo, la calificación se le complica y puede que sea un torneo más para el olvido.

Un clásico más que quedará ahí en las estadísticas pero no en la memoria de los aficionados de ambos equipos quienes abarrotaron el Estadio Azteca a pesar del clima y la alza en los precios del boletaje. Mientras ambos equipos sean patrocinados por la misma marca, sus respectivos dueños tengan negocios en común y la publicidad en la transmisión quede por encima del futbol, el gran clásico nacional continuará prostituyéndose para beneficio de los dueños y perjudicando el espectáculo y a la afición.

RECOMENDACIÓN CINEMATOGRAFÍCA: Vals con Bashir de Ari Folman, Israel, 2008.